La elección de formar una familia es una de las condiciones más básicas del ser humano. Sin embargo, existen países cuyas políticas de natalidad son controvertidas. Y es que, tener hijos no es una responsabilidad sólo de sus padres, sino también del Estado, por la carga impositiva que conlleva.
Este es el caso de China, en el que desde el año 1979 impuso sobre sus ciudadanos una particular ley en la que se les imposibilitaba a las parejas, tener más de un hijo. Es así como comenzó todo un dilema a nivel mundial en el que muchos expertos han opinado de formas diversas sobre esta impactante ley.
Estas ideas sobre la regulación de la población en términos de natalidad, es un concepto adaptado de la doctrina marxista, que fue acogido por China desde el año 1949 a raíz de la revolución comunista.
Esto aunado al hecho de que el continente asiático es el más poblado del mundo, en la actualidad poseen 1400 millones de habitantes, y para efectos prácticos, además de la cantidad de personas que viven en Asia, existen otros elementos como la contaminación ambiental y el espacio de construcción, que influyen en este tipo de medidas.
A pesar de lo antes mencionado, y que además son datos objetivos actuales, sabemos que el origen de la “ley del hijo único” tuvo otras razones. Sigue leyendo sobre este interesante tema y saca tus propias conclusiones.
Contexto del sistema de natalidad
El contexto del sistema de natalidad en China, es un proceso que se ha desarrollado a lo largo de varias décadas específicamente a finales de la década de 1940 e inicio de los 50.
En el año 1959, luego de un primer censo celebrado hace 6 años atrás, en el que se conoció que la población china alcanzaba más de 500 millones de habitantes aproximadamente. El gobierno tomó la decisión de desarrollar una campaña propagandística sobre el control de natalidad, debido a factores como la hambruna y la debacle del sistema agroalimentario del momento.
Las premisas se basaban en animar a las parejas a planificar el número de hijos por concebir, además de espaciar un embarazo del otro y el uso de métodos anticonceptivos como estrategia para reducir el número de nacimientos por año.
Luego en el año 1972, después de varios años de intentos de disminuir la natalidad, el partido comunista chino asume como una política central el aumento de la población y es así como establece unidades administrativas de control riguroso en cada una de las provincias, además se constituyen las primeras restricciones de este tipo: para la zona urbana: máximo 2 hijos y para la rural de 3 a 4 hijos.
Estas medidas controversiales a pesar de tener oposición por parte de algunos dirigentes, igualmente fue instituida y es así como se concretan los primeros límites de natalidad por pareja.
A finales de la década de los 70, específicamente en el año 1979 se establece definitivamente la “ley del hijo único” como medida para frenar el crecimiento poblacional, en el que, a través de una agresiva propaganda acompañada por penalizaciones económicas como multas, extensa presión social, entre otros.
¿Flexibilización de la medida del hijo único?
Debido a varios factores, principalmente el envejecimiento de la población y la baja natalidad, luego de años y años de esta medida radical, la ley del hijo único rindió frutos, sin embargo, prospectivamente estos efectos fueron más allá de los esperados y en el año 2016 se vio la necesidad de flexibilizarla.
La flexibilización consistía en la posibilidad de las parejas de concebir un máximo de 2 hijos, pero este ajuste a la ley no generó frutos. Las tasas de natalidad seguían en descenso y no parecía tener una solución.
China ha tomado una decisión arriesgada en el contexto actual, volver a flexibilizar la medida, aumentando a 3 hijos por pareja, ya que, en un estudio del año 2020, se detectó una bajada abrupta en el número de nacimientos, el más bajo desde la década de 1960.
¿Esta medida ahora sí tendrá frutos?, la verdad es incierta. Generaciones de chinos han crecido en familias pequeñas, y en los jóvenes hay un sentir casi unificado: “tener muchos hijos ejerce mucha presión en la sociedad china”, prefieren destinar sus recursos en la crianza de un solo hijo que a varios.
Expertos en la materia, especulan que las restricciones de natalidad podrían progresivamente ser eliminadas por completo por el gobierno de Pekin. Sin embargo, son muy cuidadosos al opinar si esto en corto o mediano plazo tendrá un efecto positivo.
Millones de chinos han adoptado esta forma de vida y forma parte de su cultura, además por otro lado, la economía China ha crecido a pasos agigantados, y se hace necesario un crecimiento en igual medida de la población. Sólo queda esperar conocer los próximos pasos en China y evaluar el impacto de estas flexibilizaciones en los años por venir.
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